photo of girl laying left hand on white digital robot

La empresa gijonesa de tecnología Alisys, la Fundación de Tecnologías Sociales (TECSOS), Cruz Roja y Cruz Roja Juventud han desarrollado un proyecto piloto que consiste en un robot con forma de humanoide que enseña a los niños en situación de vulnerabilidad a gestionar las emociones y contribuye a disminuir la brecha digital.

La máquina puede expresar y detectar emociones y, según Jorgina Díaz, la directora de desarrollo de negocio de robótica de Alisys, crea «un vínculo con el usuario que no se crea con otro tipo de tecnología». Además, Furhat es capaz de realizar tareas repetitivas y rutinarias sin cansarse. Jorgina Díaz destaca un aspecto que abre la posibilidad a un debate; y es que afirma que en el plano de su interacción con humanos pone el foco en que «los robots no juzgan«, por lo que las personas cuentan más cosas y las respuestas que recibe el robot son «más ricas» que las que obtendría un humano.

white robot action toy

Este proyecto, que pretende trabajar la educación emocional, se ha puesto en marcha este mes de noviembre en Asturias, donde sesenta menores de entre 6 y 16 años de Gijón y Langreo han participado en cuatro talleres para aprender sobre diferentes expresiones y emociones y cómo identificarlas y gestionarlas de manera saludable.

Ya hay quienes comentan esta iniciativa y algunos argumentan que, aunque sea una buena idea para acercar la tecnología a los pequeños, no hay forma de que esto se asemeje a una interacción humana realmente.

Y tú, ¿qué opinas sobre esto? ¿Crees que es un buen recurso?

Por Cruz Santillana

Asturiana, apasionada de la tecnología, el emprendimiento y el marketing online. Community manager y redactora en Asturtic.