militar mirando una tablet y pantallas

La multinacional tecnológica Indra ha presentado una oferta vinculante para adquirir la planta de Duro Felguera en Gijón. Este movimiento representa una apuesta estratégica por Asturias como enclave industrial de referencia en el ámbito de la defensa, con el objetivo de crear una de las fábricas más punteras de vehículos militares en Europa.

Indra, especializada en soluciones tecnológicas y de defensa, ha visto en la planta gijonesa de Duro Felguera una oportunidad clave para reforzar su capacidad productiva. La oferta contempla no solo la adquisición de la planta, sino también su transformación para albergar líneas de producción de vehículos blindados de nueva generación. Esta operación consolidaría la posición de España en el mapa europeo de la industria militar.

Uno de los aspectos más destacados de esta operación es su impacto directo en el empleo. Indra prevé incorporar a más de 150 trabajadores de forma directa en los próximos años, lo que supondría una recuperación clave para el tejido industrial local, muy afectado en los últimos años por la pérdida de actividad en sectores tradicionales.

Este crecimiento no se limitará a los puestos en la propia planta: se espera una dinamización del empleo indirecto en áreas como el transporte, mantenimiento, logística, ingeniería auxiliar y formación técnica. La colaboración con centros de formación profesional e institutos tecnológicos de la región también está sobre la mesa, con el objetivo de garantizar una mano de obra cualificada y adaptada a las nuevas tecnologías de defensa.

En cuanto a inversión, Indra contempla una renovación integral de la planta, que incluirá la adquisición de maquinaria especializada, sistemas de automatización de procesos, mejoras en la infraestructura energética y adaptación de espacios para cumplir con estándares internacionales de seguridad y calidad en defensa. Esta transformación busca convertir las instalaciones en un centro de excelencia industrial a nivel europeo, capaz de asumir encargos tanto nacionales como internacionales.

El proyecto se alinea con las políticas regionales y europeas de reindustrialización inteligente, que promueven la modernización de instalaciones existentes en lugar de partir desde cero. En este caso, se da un paso más allá: no solo se recupera una infraestructura emblemática, sino que se redefine su función en el marco de la economía del conocimiento y la seguridad.

La estrategia de Indra se basa en una combinación de sostenibilidad, digitalización y soberanía industrial. Esto implica integrar procesos de fabricación avanzados como el uso de gemelos digitales, impresión 3D de componentes, inteligencia artificial aplicada al control de calidad y sistemas de ciberseguridad para la protección de la propiedad intelectual.

Asimismo, la apuesta por el sector defensa no implica renunciar a criterios de sostenibilidad. El diseño de la nueva planta incluiría medidas de eficiencia energética, reducción de emisiones y gestión responsable de residuos industriales, posicionando a la fábrica como un modelo de producción responsable dentro de un sector tradicionalmente intensivo.

Por Cruz Santillana

Asturiana, apasionada de la tecnología, el emprendimiento y el marketing online. Community manager y redactora en Asturtic.