Estilismo y Barbería

En esta ocasión tuvimos la oportunidad de hacer una pequeña entrevista a Ramiro Fernández Alonso, referente en estilismo y barbería, el cual tiene una amplia trayectoria y más de 50 años a sus espaldas en su profesión y es principalmente conocido por trabajar de manera muy cercana con la Selección Española de Fútbol.

Tu carrera ha sido extensa y variada. ¿Cuál dirías que ha sido el mayor hito de tu trayectoria profesional?

Desde siempre me he esforzado en prestigiar nuestro oficio. He defendido que había que acabar con la peluquería rutinaria y mecanicista y apostar por una profesión que reivindicara la imagen psicoestética de estilismo y de vanguardia. A nadie se le escapa que quien cuida su imagen demuestra creer en si mismo porque cuanto más se abandona uno más le abandonan los demás. No me puedo quedar con un hito porque he tenido la inmensa fortuna de disfrutar de experiencias únicas. Desde acompañar y atender a la Selección Española de Fútbol durante casi tres décadas a atender a personalidades como Severo Ochoa, Kissinger o Nelson Mandela. Siempre he dicho que me siento el peluquero más afortunado del mundo”.

¿Puedes contarnos como han cambiado las herramientas que usabas al inicio de tu profesión respecto de la actualidad  sobre el Museo de la Peluquería y Barbería?

“¡Han cambiado muchísimo! Igual que hay avances tecnológicos y nuevas modas y tendencias también han cambiado las herramientas con las que trabajamos y los productos que utilizamos, sin obviar las nuevas técnicas que nos permiten adaptarnos a todas estas transformaciones. Basta con observar esas piezas que colecciono. Cuando  me inicié en el oficio en el año 1959 en una barbería en el puerto de El Musel, en Gijón, hasta hoy todo es diferente. En todo este tiempo he ido recopilando piezas y utensilios antiguos y gracias a los múltiples viajes que realicé con la Selección he tenido la oportunidad de ir a muchos anticuarios y hacerme con auténticas joyas de las que me siento muy orgulloso y que conforman esa histórica colección que poseo y que ya ha sido objeto de exposiciones en diferentes ciudades españolas”.

A lo largo de los años, ¿cómo ha evolucionado la peluquería en Asturias? ¿Notas diferencias significativas con otras regiones?

“La peluquería en Asturias ha evolucionado mucho y muy bien. Me atrevo a decir que estamos en primera línea, pero debo citar dos comunidades que han avanzado positivamente y que hoy son un ejemplo a seguir: la vasca y la valenciana”.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrentan los profesionales del sector en esta región?

«Algunos jóvenes quieren llegar muy pronto, triunfar muy pronto y ganar dinero muy pronto. Otros quieren trabajar poco y tener más tiempo libre. Los comprendo porque realmente el hombre actual tiende cada vez más a trabajar menos, pero sinceramente, dónde está el esfuerzo, dónde está el trabajo, dónde está la dedicación, dónde está la formación. Como decía mi abuelo, del techo no cae nada…»

¿Qué consejos darías a los jóvenes que están comenzando en el mundo de la peluquería en Asturias?

«Que se cuiden mucho, que viajen, porque viajar es cultura, que se formen muy bien, que cuiden las relaciones humanas y que no olviden nunca que nuestra profesión es uno de los tres oficios más antiguos del mundo con una historia y patrimonio cultural ejemplar».

¿Cómo ha cambiado la percepción de la estética masculina en Asturias en los próximos años?

«Mucho. El hombre se aburre de verse siempre igual y busca a través del cabello y su figura singularizarse. Cada vez se cuida más y valora a su estilista porque sabe que el cabello es vehículo de seducción y comunicación y tiene presente que el corte de cabello, el peinado, la barba, el vestido, la figura y su personalidad son vitales para su elegancia personal».

¿Cuál es tu visión del futuro  para los estilistas y barberos en Asturias en los próximos años?

«Tal vez mi afirmación levante alguna polémica, pero estoy convencido de ello. Quizás yo no lo vea, pero la psicoestética, el estilismo y la peluquería no tardarán mucho en entrar en la Universidad. Hace tiempo que defiendo que el peluquero, el estilista, en pleno siglo XXI, debe tener unos conocimientos mínimos en dermatología, dibujo artístico, química, economía, psicoestética, psicología, idiomas… De lo contrario se quedarán atrás».

Has trabajado con la Selección Española de Fútbol durante más de 28 años. ¿Cómo influyó esta experiencia en tu carrera?

«Muy positivamente en todos los aspectos. Por un lado, no hay que negar el prestigio profesional que me supuso ser el único peluquero que acompañó y atendió  a los componentes de la Selección durante cinco mundiales y seis eurocopas. Por otro lado, convivir con los futbolistas, lideres difusores de moda que la juventud imita e idolatra, me permitió contagiarme de ese espíritu joven que trasmiten y proyectan en nuestra sociedad cambiante, competitiva y actualizada que nos toca vivir. Fue una experiencia única».

¿Tienes algún referente que te haya inspirado en tu carrera como barbero?

«Sí, mi padre. Él fue minero, pero siempre me inculcó que fuese trabajador, honrado y buena persona. Creo que eso me marcó para siempre. Es cierto que de joven no tuve la oportunidad de estudiar por diferentes circunstancias, pero ahora leo mucho, escribo, publico  libros y dirijo mi salón psicoestético con un excelente equipo de colaboradores y una encantadora clientela que nos valora y nos quiere».

Por Cruz Santillana

Asturiana, apasionada de la tecnología, el emprendimiento y el marketing online. Community manager y redactora en Asturtic.