Un equipo del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha descubierto un nuevo mecanismo relacionado con la aterosclerosis temprana en un síndrome de envejecimiento prematuro, lo que abre la puerta a posibles tratamientos para esta enfermedad. El estudio ha si do dirigido por Vicente Andrés, investigador principal del Grupo de Fisiopatología Cardiovascular Molecular y Genética del CNIC y del CIBERCV, junto con Magda Hamczyk, científica de la Universidad de Oviedo y visitante en el CNIC. Los resultados han sido publicados en la revista Circulation.
¿Qué es la aterosclerosis y cómo afecta a la salud?
La aterosclerosis se caracteriza por la acumulación anormal de células y colesterol en las paredes arteriales, formando placas ateroscleróticas. Estas placas endurecen y obstruyen los vasos sanguíneos, y su rotura puede generar trombos que desencadenen un infarto de miocardio o un ictus, poniendo en peligro la vida de los afectados Dado que los eventos cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial, investigaciones como esta son esenciales para prolongar la vida de los pacientes afectados por aterosclerosis y prevenir complicaciones graves.
La progresión silenciosa de la aterosclerosis
La formación de placas ateroscleróticas progresa de manera silenciosa a lo largo de la vida, sin síntomas evidentes hasta que se produce una obstrucción severa. Esta condición se manifiesta clínicamente, generalmente, a partir de la mediana edad, cuando la acumulación en las arterias ya ha causado daños significativos. En muchos casos, los primeros síntomas se presentan como infarto de miocardio o ictus, situaciones que ponen en riesgo la vida de los pacientes. Además, los estilos de vida poco saludables, como una dieta rica en grasas, el sedentarismo o el tabaquismo, pueden acelerar este proceso.
¿Cómo acelera la progeria la aterosclerosis?
Algunas enfermedades raras, como el síndrome de Hutchinson-Gilford, o progeria, pueden acelerar este proceso de aterosclerosis, provocando muerte prematura. Este síndrome es una rara enfermedad genética que causa envejecimiento acelerado desde la infancia, afectando a múltiples sistemas del cuerpo. Los pacientes con progeria suelen fallecer a una edad promedio de 14, 5 años, principalmente por complicaciones cardiovasculares, como infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca o ictus cerebral.
Un modelo de ratón para estudiar la progeria
El equipo de Vicente Andrés, en colaboración con Carlos López-Otín de la Universidad de Oviedo, desarrolló previamente un modelo de ratón que produce los síntomas de la progeria, incluida la aterosclerosis precoz. Este modelo es clave para estudiar la progresión de la enfermedad y entender mejor sus mecanismos. Uno de los hallazgos más importantes fue que la muerte de las células de músculo liso vascular en las arterias es una de las principales causas de la aterosclerosis acelerada en pacientes con integridad de los vasos sanguíneos, y su deterioro favorece la formación de placas ateroscleróticas.
Nuevos mecanismos y tratamientos para la aterosclerosis
En este nuevo estudio, los investigadores han analizado cómo las alteraciones en las células musculares lisas afectan a las células endoteliales, las cuales recubren el interior de los vasos sanguíneos y juegan un papel clave en el mantenimiento de la salud arterial. La científica Magda Hamczyk ha resaltado que el estudio ha permitido identificar nuevos mecanismos moleculares y celulares que están implicados en la aterosclerosis asociado a la progeria, lo que ha llevado a proponer una nueva diana terapéutica para el tratamiento de esta enfermedad.
La importancia de investigar enfermedades raras
La investigación de enfermedades raras como la progeria no solo ayuda a comprender y tratar mejor estos síndromes, sino que también proporciona información valiosa sobre procesos patológicos más comunes. Los investigadores han subrayado que los avances en el conocimiento de la progeria podrían abrir nuevas vías terapéuticas para combatir la aterosclerosis, una enfermedad que afecta a millones de personas y sigue siendo la causa principal de muerte a nivel mundial. Estos hallazgos son un paso importante para mejorar los tratamientos actuales y, potencialmente, salvar vidas, sino también patologías más comunes como la aterosclerosis, que sigue siendo la principal causa de muerte en el mundo.