¿Quién es Pedro Carrillo y cómo llegó a convertirse en CEO de Genyus School?
Soy Pedro Carrillo Herrero, ingeniero industrial de formación, aunque mi verdadera vocación siempre ha sido transformar la educación. Crear aquella educación que nos hubiera gustado tener. Tras varios años trabajando en la industria de la automoción, decidí dar un giro a mi vida profesional y crear Genyus School. Sentía que había una gran necesidad de enseñar a niños y jóvenes algo más que contenidos académicos: necesitaban herramientas para la vida, habilidades sociales y una mentalidad emprendedora. Así nació Genyus, un proyecto con alma, que busca despertar el talento y la iniciativa desde las edades más tempranas.
¿Qué le motivó a enfocarse en fomentar la mentalidad emprendedora en niños y jóvenes?
Siempre he creído que el emprendimiento no es solo una salida laboral, sino una competencia vital. Emprender es atreverse, es proponer soluciones, es adaptarse, es liderar. Si queremos una sociedad con ciudadanos activos, creativos y comprometidos, debemos sembrar esas semillas desde la infancia. Además, vi en primera persona cómo muchos adultos llegan tarde a estas habilidades. ¿Y si las desarrollamos desde pequeños? Ahí está la clave. A ello nos dedicamos.
¿Cuál es la misión principal y los objetivos de Genyus School?

Nuestra misión es clara: llevar la educación emprendedora y en habilidades sociales a todos los rincones de España, y seguro que muy pronto, del mundo. Queremos que cada niño y niña descubra su talento, aprenda a trabajar en equipo, a comunicar sus ideas, a empatizar y a crear soluciones. En resumen, que se convierta en una persona preparada para la vida real. La Metodología Genyus® y Programas están diseñados para despertar ese genio interior –ese ‘genyus’– que todos llevamos dentro.
Han colaborado con más de 300 colegios en el último curso y medio. ¿Cómo ha sido la experiencia de implementar sus programas en tantas instituciones educativas?
Apasionante. Cada colegio es un mundo y cada alumno, un universo. Hemos aprendido muchísimo escuchando a docentes, familias y estudiantes. La acogida está siendo increíble y eso nos motiva a seguir mejorando y creciendo. Además, estamos tejiendo la Red nacional de centros impulsores del emprendimiento junior que es, sin duda, uno de nuestros mayores orgullos. Se nota que hay hambre de innovación educativa.
¿Qué habilidades considera fundamentales para los jóvenes que desean emprender en el futuro?
La creatividad, la resiliencia, la comunicación y el trabajo en equipo. Todo aquello que la IA no puede darnos. Pero sobre todo, la capacidad de aprender a aprender. Vivimos en un mundo que cambia rápido, y los jóvenes necesitan herramientas que les permitan adaptarse y liderar esos cambios. Nosotros trabajamos mucho también el autoconocimiento y la empatía, porque un buen emprendedor primero se entiende a sí mismo para después entender mejor al mundo y dar soluciones a los problemas de la sociedad de la que forma parte.
El emprendimiento suele describirse como una montaña rusa emocional. ¿Cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado en su camino emprendedor?
Totalmente cierto. El emprendimiento es una escuela emocional. El emprendimiento puede ser empresarial, intraemprendimiento, social o medioambiental. En nuestro caso, a nivel empresarial uno de los grandes retos fue al principio: dejar una vida profesional estable por una idea que solo existía en nuestra cabeza. Otro gran reto ha sido escalar el proyecto, mantener el propósito mientras crecemos y formamos equipo. Tenemos un equipo 10, del cual estoy muy orgulloso. Cada obstáculo ha sido una oportunidad de aprendizaje, y eso es lo que intentamos transmitir siempre a los niños: que equivocarse también es avanzar, es aprender y mejorar.

¿Qué consejo le daría a otros jóvenes emprendedores que buscan generar un impacto social?
Que empiecen. Que no esperen al momento perfecto porque no existe. Que se rodeen de personas que les inspiren, mejores que ellos a poder ser, que no tengan miedo de pedir ayuda, y sobre todo, que trabajen con propósito. Cuando tu proyecto mejora la vida de otros, el esfuerzo cobra sentido. Y que recuerden que no están solos: hay muchas personas y entidades con ganas de colaborar y sumar en proyectos con impacto.
¿Qué metodologías emplearías en la educación para inculcar el espíritu emprendedor en las nuevas generaciones?
Nosotros en Genyus trabajamos con una metodología propia, registrada y 100% experiencial. Basada en casi 6 años de investigación, diseño y desarrollo. Validada y mejorada junto a más de 300 centros en España. Los alumnos no escuchan pasivamente: hacen, crean, proponen. Utilizamos el juego, la gamificación, el trabajo por retos, el aprendizaje cooperativo y el pensamiento de diseño, entre otros. Lo importante es que el alumnado sea protagonista, que se sienta capaz y acompañado. Esa es la clave para despertar el espíritu emprendedor desde edades tempranas. La clave para impulsar la competencia emprendedora en todos los centros educativos de cada región.