Soy Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Oviedo. Comencé mi carrera profesional en la multinacional de la consultoría Arthur Andersen (la actual Deloitte) y he desempeñado diversos puestos de responsabilidad en diversos sectores en compañías como Indra, Prensa Española (ahora Vocento), en compañías de referencia nacional en sectores como la consultoría o el sector constructor y también en entidades como la Universidad de Valladolid, la Cámara de Comercio o el Ayuntamiento de Oviedo.

Gotten Consultants, fue la primera empresa que puse en marcha (he puesto en marcha otras y he sido socio de algunas más) en el año 2009, sobre la base de mi experiencia como consultor y mi conocimiento de los sectores empresariales.

Trabajamos focalizados en empresas de mediana dimensión, que afrontan procesos de transformación, por diversas razones (cambios competitivos, digitalización, relevo generacional, reestructuración) y les damos soluciones para abordar dichos cambios con orientación y metodología para salir con éxito

También participamos en operaciones de compra venta de empresas, asesorando a nuestros clientes de forma integral.

La orientación principal es enfocar el cambio digital desde una visión integral que parta del modelo de negocio y los procesos operativos que lo soportan (ventas, compras, logística, finanzas, etc.)

La tecnología es el medio, no es el fin, y por tanto el esfuerzo es ver como se puede mejorar la eficiencia, rediseñando las organizaciones y después identificar tecnologías sobre las que apalancar los cambios.

Esto debe ir acompañado por un proceso de cambio de mentalidad que elimine el miedo basado en el desconocimiento, esa percepción que, a veces, tienen los empresarios de que la tecnología no es para ellos, que no entienden.

Cualquier negocio asturiano, desde el más pequeño, tiene que integrar la tecnología para competir: Realizar cobros y pagos con bizum es usar la tecnología, preparar una base de datos, para hacer marketing personalizado es tecnología, eliminar los soportes en papel y usar formularios, que además se cumplimenten solos es tecnología y todo ello es accesible a cualquier empresario, sin necesidad de contar con conocimientos técnicos.

Quería conocer en primera persona las metodologías de trabajo de un venture builder de referencia europea como es Startup Wise Guys y participar en un proceso de puesta en marcha de una nueva startup, con un modelo de definición, construcción y validación del modelo de negocio acompañado de asesores de referencia mundial, dentro de una organización que, además invierte en los proyectos viables.

Me ha permitido mejorar mis capacidades empresariales y dotarme de herramientas que ahora pongo a disposición de mis clientes.

Creo que de forma absoluta (además, y pocos lo saben, mi proyecto en Startup Wise Guys está relacionado con ese ámbito).

La tecnología permite eliminar barreras de entrada al mercado laboral, facilita el acceso a la información y la presentación de candidaturas, elimina barreras físicas, permite realizar procesos de selección a personas que por condicionantes de capacidad no podrían postularse sin las utilidades que ofrece la tecnología y es la vía para que los colectivos de población con menos tasa de actividad (personas discapacitadas, colectivos más desfavorecidos, etc), accedan a las ofertas de empleo abiertas a todo el mundo, sin sesgo

No es una cuestión de sectores, más bien de empresas en una situación determinada. Cualquier empresa necesita apoyo experto para enfrentarse a un reto específico.

Las empresas jóvenes y tecnológicas, precisan de capacidades de gestión, recursos financieros, claves para abordar el mercado.

Las empresas consolidadas necesitan apoyo en los procesos de diversificación, internacionalización o crecimiento no orgánico mediante compra de otras compañías.

Las empresas más maduras, se enfrentan al reto del relevo, la profesionalización y el cambio y todo ello requiere de expertos que apoyen a los empresarios en estos procesos.

Más que destacar situaciones concretas, en los últimos años me siento muy satisfecho de tener, muy frecuentemente, la oportunidad de ayudar a empresas de larga trayectoria a resolver situaciones derivadas del necesario cambio generacional.

Poder facilitar que compañías con varias décadas de vida, emprendidas por pioneros que, con pocos recursos pero enorme tesón, construyeron empresas exitosas, garanticen su futuro, aportándoles soluciones corporativas, gestión profesional, herramientas para adaptar el negocio, o una solución a las crisis accionariales, me resulta enormemente gratificante

No creo mucho en los “nacionalismos” al hablar de emprendimiento. En realidad, no me parece que haya muchas diferencias entre el ecosistema emprendedor asturiano y el del resto de España.

Emprender es una decisión individual, que parte de una mezcla de carácter, determinación, capacidad para convertir una idea en una empresa y disponibilidad de recursos para sostener el proyecto hasta que se autofinancie.

A los emprendedores hay que facilitarles acceso a financiación en condiciones ventajosas (los bancos tienen mucho que cambiar, si de verdad creen en eso que dicen de ayudar a las empresas), networking (bien cubierto por las diferentes iniciativas de viveros de empresa y hubs existentes) y asesoramiento cualificado. Para esto último, vuelven a precisarse recursos o formatos de cogestión originales que emprendedores y consultores tienen que visibilizar.

Si creo que sería bueno que se desarrollasen estructuras profesionales de venture building y venture capital. Si hay personas interesadas, que no duden en contactarme, me sumaría a cualquier iniciativa ambiciosa.

Por Cruz Santillana

Asturiana, apasionada de la tecnología, el emprendimiento y el marketing online. Community manager y redactora en Asturtic.