¿Quién es Elisa Uría?
Soy economista, laboralmente siempre vinculada al ámbito industrial y energético, y en especial, al sector minero. Sigo aprendiendo cada día de las experiencias adquiridas y disfrutando de mi actividad profesional.
Tu trayectoria dentro del Grupo HUNOSA ha abarcado distintas áreas hasta llegar a la dirección de HUNOSA EMPRESAS (HUNEM). ¿Cómo ha sido tu evolución profesional y qué te llevó a asumir este reto?
A lo largo de mis 27 años de experiencia he pasado por distintos departamentos y funciones, lo que me ha permitido tener una visión transversal del sector. En 2018 asumí la dirección de HUNOSA EMPRESAS, una etapa que está siendo tremendamente enriquecedora tanto en lo personal como en lo profesional.
HUNEM nace como una apuesta clara por la diversificación económica de las comarcas mineras. Desde tu experiencia al frente de la entidad, ¿qué desafíos y oportunidades has identificado en este proceso de transformación?
Como bien indicas, la diversificación económica en las comarcas mineras es nuestro objetivo principal, partimos de un territorio con una fuerte vinculación histórica con la industria minera, por lo que el reto principal es la captación de nuevos proyectos empresariales, visibilizando las virtudes de nuestras comarcas, que son muchas, y mostrando las ventajas que tiene contar como colaborador a HUNEM a la hora de implantarse o crecer en nuestra zona de actuación.
Creo especialmente relevante que seamos capaces de transmitir el potencial de recursos, infraestructuras y actividad empresarial que ya existe en las cuencas, esa visión positiva y de futuro es la que prevalece cuando realizamos acciones de captación y difusión como los foros de promoción empresarial HUNOSA EMPRESAS, punto de encuentro de los diferentes actores empresariales implicados en nuestro territorio. Contamos por tanto con armas que son grandes oportunidades.
La disponibilidad de suelo industrial, el potencial logístico de las infraestructuras heredadas y, sobre todo, el capital humano altamente cualificado que existe en la zona, son activos estratégicos. Desde HUNEM hemos promovido iniciativas que apuestan por la industria metalmecánica, el sector socio asistencial, el sector forestal etc. Demostrando que la reactivación es posible cuando hay visión, colaboración público-privada y perseverancia.
El Grupo HUNOSA ha pasado de ser una empresa minera a convertirse en un agente clave de desarrollo empresarial. ¿Cuál ha sido el papel de HUNEM en esta transición y qué hitos destacarías en estos años?
HUNEM ha jugado un papel fundamental como vehículo para materializar la estrategia de diversificación y reconversión del Grupo HUNOSA. Desde su creación, se ha enfocado en reconvertir activos mineros en oportunidades para nuevas actividades económicas, facilitando la implantación de empresas en las cuencas y acompañándolas en sus procesos de inversión. Hemos actuado como catalizadores del cambio, estableciendo alianzas con instituciones públicas, agentes sociales y el sector privado para generar un ecosistema que favorezca la actividad empresarial sostenible.
Entre los hitos más relevantes destacaría la puesta en marcha del Polo Tecnológico y Empresarial de la Biomasa (PTEBi), desde el que se impulsa el sector en Asturias.
También hemos conseguido atraer empresas innovadoras a antiguos espacios industriales, dar nuevos usos a infraestructuras antes infrautilizadas, cada implantación exitosa ha significado un avance en la transformación del modelo productivo de las comarcas.
Desde una perspectiva de grupo, HUNOSA, una empresa históricamente vinculada al carbón ha sabido reinventarse sin renunciar a su esencia, manteniendo el compromiso con el territorio y sus gentes. Esta transición ha exigido capacidad de adaptación y una visión a largo plazo.
Uno de los objetivos de HUNEM es atraer inversión y generar empleo en los territorios donde HUNOSA desarrolló su actividad minera. ¿Cómo se está materializando este compromiso y qué sectores se están potenciando?
Nuestro papel es el de facilitadores, generando un entorno favorable para que la inversión llegue al territorio y se traduzca en empleo y actividad económica real. Para ello acompañamos a los promotores durante todo el proceso, ofreciendo asesoramiento, y buscando soluciones financieras a medida que les permitan desarrollar sus proyectos con viabilidad y garantías.
Además, ponemos a disposición de los proyectos generadores de empleo el suelo industrial del Grupo HUNOSA, permitiendo el acceso a espacios estratégicos a las empresas interesadas en implantarse en las cuencas.
En cuanto a sectores, estamos apostando decididamente por actividades con capacidad de tracción y alineados con la transición ecológica: la bioenergía, la logística, la economía circular, la tecnología y los servicios tecnológicos avanzados, turismo y el socio asistencial son nuestras principales líneas de actuación.
Desde tu posición, ¿Cuáles consideras que son las principales líneas de trabajo que debe seguir HUNEM para consolidar su papel como motor de desarrollo económico en Asturias?
Debemos tener la capacidad de detectar oportunidades antes de que lleguen, de leer el contexto económico y adelantarnos con propuestas concretas que conecten con las fortalezas del territorio. Para consolidarnos como motor de desarrollo económico creo que necesitamos reforzar dos ejes clave: planificación estratégica del territorio y especialización sectorial.
En cuanto a la planificación estratégica, es importante profundizar en el conocimiento del entorno como decía, debemos ser capaces de detectar todas nuestras virtudes y visibilizarlas adecuadamente a terceros de esta forma, conociendo nuestro potencial, debemos dirigirnos a sectores empresariales donde realmente podamos marcar diferencia. En especial, necesitamos captar inversión con visión a largo plazo y con implicación en el territorio.
La especialización es la otra clave: no podemos ni debemos abarcarlo todo. Nuestra experiencia con el PTEBi nos demuestra que cuando hay foco, alianzas y visión, se pueden generar ecosistemas sólidos. Apostar con firmeza por sectores como la bioenergía, la logística conectada a la transformación industrial o la economía circular avanzada, es una forma de diferenciarnos y atraer empresas con vocación de permanencia.
Para finalizar, ¿Qué aprendizajes personales y profesionales destacarías de tu experiencia?
Esta etapa al frente de HUNEM me ha enseñado que los procesos de transformación territorial exigen coherencia y perseverancia. He aprendido que no hay fórmulas mágicas ni resultados inmediatos, y que muchas veces el éxito no está en grandes titulares, sino en los pequeños avances que suman y consolidan. También he comprendido el valor de la colaboración real, cuando administraciones, empresas y sociedad civil se alinean, se generan dinámicas muy potentes.
Gestionar este tipo de entidad en una zona que históricamente fue estratégica para garantizar las necesidades energéticas del país no es solo una responsabilidad técnica, es un reto profesional. He tenido la oportunidad de conocer más a fondo una tierra, donde he vivido, con una identidad y orgullo admirable, y me quedo con la cercanía y transparencia de las personas de las cuencas. Esa conexión humana es, sin duda, lo más valioso que me llevo.