Asturias se prepara para un giro histórico en su panorama universitario: el Consejo de Gobierno del Principado ha dado luz verde a los proyectos de implantación de lasa universidades privadas Alfonso X el Sabio (UAX) y Nebrija, ambas con sede principal en Madrid, que prevén abrir centros en Oviedo y Avilés respectivamente. Su llegada, pendiente todavía de la autorización administrativa definitiva, marcará un antes y un después en los estudios sanitarios de la región, hasta ahora monopolizados por la Universidad de Oviedo, y abre la puerta a un nuevo modelo universitario que combina la enseñanza pública y la privada, atendiendo la elevada demanda de grados en Medicina y Enfermería.
Alfonso X y Nebrija llegan al mapa asturiano
La Universidad Alfonso X el Sabio proyecta instalar su sede en Oviedo, concretamente en el edificio Calatrava, donde ofrecerá los grados de Medicina y Enfermería. Por su parte, la Universidad Nebrija abrirá una sede en Avilés, centrada en la titulación de Enfermería. Ambas universidades privadas llegan con el objetivo de atender la elevada demanda de estudios sanitarios en Asturias, un ámbito que cada año registra más solicitudes que plazas disponibles.
Actualmente, la Universidad de Oviedo es la única institución que imparte estas titulaciones. Según datos de la propia institución, más de 1.800 estudiantes cursan grados en el área de la salud: 897 en Medicina, 347 en Enfermería (Oviedo), 301 en Enfermería (Gijón), 203 en Fisioterapia y 102 en Odontología. Estos estudios se concentran en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, con sede en Oviedo, y en la Facultad de Enfermería de Gijón, adscrita al Servicio de Salud del Principado (Sespa). La demanda se mantiene estable y muy superior a la oferta, con notas de corte que superan los 12 puntos sobre 14 en Medicina y una rápida ocupación de todas las plazas de Enfermería.
Las universidades privadas abren un debate sobre el modelo público
La irrupción de las universidades privadas en el panorama asturiano abre un debate sobre el modelo universitario que la región desea consolidar. El rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, ha defendido en varias ocasiones que los hospitales públicos y universitarios deben reservarse para la formación de los estudiantes de la universidad pública, subrayando la importancia de mantener la colaboración entre la institución académica y el sistema sanitario regional.
Sin embargo, tanto la Alfonso X el Sabio como la Nebrija cuentan con amplia experiencia en el ámbito sanitario. La Nebrija mantiene convenios con hospitales y centros clínicos para las prácticas de sus alumnos, mientras que la Alfonso X el Sabio dispone de una Facultad de Medicina y una Clínica Universitaria con más de dos décadas de trayectoria en Madrid. Su desembarco en Asturias busca, además, atraer a estudiantes del norte de España que optan actualmente por formarse fuera de la región.

Centros adscritos y control de calidad
Ambos proyectos han superado el primer filtro administrativo del Principado, pero deberán completar todavía los trámites necesarios para iniciar su actividad. En principio, las universidades operarán como centros adscritos, lo que significa que dependerán orgánicamente de sus campus madrileños y no constituirán universidades plenamente asturianas.
Pese a ello, su instalación supondría un cambio estructural en el sistema universitario regional, históricamente vinculado en exclusiva a la Universidad de Oviedo. El Principado contaría, por primera vez, con oferta universitaria privada en estudios de grado, especialmente en un ámbito estratégico como el de la salud, donde las necesidades asistenciales y de personal cualificado siguen creciendo.
Un futuro compartido entre las universidad es públicas y las universidades privadas
La llegada de las universidades privadas no solo responde a la elevada demanda de estudios sanitarios, sino que plantea interrogantes sobre la planificación de la oferta académica, la distribución de recursos y el papel de la Universidad de Oviedo como eje del conocimiento regional.
El Gobierno autonómico ha insistido en que cualquier implantación deberá garantizar los estándares de calidad, así como la formación práctica y científica necesaria para responder a las necesidades del sistema sanitario asturiano.
Mientras tanto, la Universidad de Oviedo continúa fortaleciendo su propia oferta sanitaria y ampliando la cooperación con el Sespa. El futuro inmediato del mapa universitario asturiano dependerá de las próximas decisiones administrativas y del equilibrio que logre alcanzarse entre la enseñanza pública y la privada.
Asturias, por tanto, se encuentra ante una encrucijada histórica: la de abrir su sistema universitario a nuevos actores sin renunciar a la excelencia y la vocación pública que han caracterizado su formación médica y sanitaria durante décadas.