Un consorcio internacional encabezado por la Universidad de Oviedo y la empresa tecnológica Cotesa ha sido seleccionado para llevar a cabo la actualización cartográfica de la Red Natura 2000 en toda Europa. Este contrato, adjudicado por la Agencia Europea de Medioambiente (EEA) a través del Servicio de Vigilancia Terrestre de Copernicus (CLMS), marca un hito significativo al ser la primera vez que una entidad española lidera un proyecto de esta envergadura.
El estado actual del suelo en la Red Natura 2000
El objetivo principal del contrato es actualizar la información sobre el estado del suelo -su cobertura y uso- en todas las áreas protegidas de la Red Natura 2000, que abarcan más de 24,000 sitios y una extensión total que supera los 735,000 kilómetros cuadrados.
Uso de IA y procesos semiautomáticos
El consorcio, que también incluye al grupo francés CLS y a la empresa belga Evenflow, se beneficiará de innovaciones tecnológicas avanzadas, como el uso de inteligencia artificial y técnicas semiautomáticas en el proceso cartográfico. Esta metodología mejorada promete proporcionar datos precisos y actualizados de cada área biogeográfica, asegurando una gestión más efectiva y sostenible de estos espacios naturales clave.
Compromiso de la universidad de Oviedo conservación de la biodiversidad
La Universidad de Oviedo enfatiza que esta iniciativa representa un avance significativo en la cartografía de la Red Natura 2000, ya que el proyecto anterior solo cubrió una fracción de los sitios protegidos. Los investigadores involucrados, Borja Jiménez Alfaro y José Manuel Álvarez-Martínez, subrayan la importancia crucial de estas actualizaciones cartográficas para la conservación de la biodiversidad y la gestión adecuada de los ecosistemas naturales.
Coordinación internacional y desafíos del proyecto
El consorcio liderado por la Universidad de Oviedo y Cotesa enfrentará varios desafíos significativos durante la ejecución del contrato de actualización cartográfica de la Red Natura 2000. Uno de los mayores desafíos será la coordinación efectiva de un equipo internacional diverso, que incluye a socios clave como CLS y Evenflow, cada uno aportando su experiencia única en tecnología espacial y gestión de datos ambientales.
Dada la vasta extensión geográfica de la Red Natura 2000, que abarca desde áreas terrestres hasta marinas, la utilización de tecnologías avanzadas como la teledetección y los sistemas de información geográfica (SIG) será fundamental. Estas herramientas permitirán una recopilación de datos eficiente y precisa, esencial para actualizar la cartografía en más de 24,000 sitios en toda Europa.
El proyecto también se beneficiará del uso de inteligencia artificial (IA) para mejorar el análisis de imágenes satelitales y datos de campo, proporcionando una comprensión detallada de la cobertura del suelo y los cambios en el uso del suelo a lo largo del tiempo. Este enfoque no solo mejorará la precisión de la cartografía, sino que también facilitará la monitorización continua de las áreas protegidas, ayudando a detectar cualquier cambio significativo que pueda afectar la biodiversidad y los ecosistemas locales.
La Universidad de Oviedo, junto con sus colaboradores, está comprometida en asegurar que los resultados del proyecto no solo cumplan con los estándares científicos más rigurosos, sino que también contribuyan de manera efectiva a la conservación y gestión sostenible de los recursos naturales en toda Europa.