Expertos reunidos en Asturias resaltan que para lograr una verdadera digitalización es imprescindible la colaboración público-privada. Solo trabajando juntos podrán las pymes y grandes empresas aprovechar el potencial de la tecnología para mejorar su competitividad.
Una cita clave para el presente y futuro del monte
El encuentro, promovido por la consultora Nzyme, reunió a más de 60 personas vinculadas al tejido empresarial asturiano. A través de distintas charlas y mesas redondas, se abordó el impacto que está teniendo la inteligencia artificial y otras herramientas digitales en los procesos productivos. También se pusieron sobre la mesa casos reales de implementación y se discutieron dudas legales, éticas y técnicas.
Participaron entidades como Kibo Ventures, Cuatrecasas y Oliver Wyman, que aportaron visión desde la inversión, el derecho tecnológico y la consultoría estratégica. En conjunto, todas las voces coincidieron en un mensaje central: la digitalización no es una opción, es una necesidad urgente, pero debe hacerse de forma planificada, consciente y adaptada a cada entorno.
Asturias, un tamaño que permite actuar con agilidad
Uno de los puntos destacados fue la ventaja que tiene Asturias como territorio compacto. El director general de Digitalización del Principado, Iván Aitor Lucas del Amo, defendió que el tamaño reducido de la comunidad permite una mayor coordinación entre sectores público y privado. Gracias a ello, es más fácil establecer alianzas, probar soluciones tecnológicas de forma rápida y escalar modelos exitosos.
Además, subrayó que ya existen políticas e infraestructuras diseñadas para acompañar a las pymes y autónomas en su transición digital.
Eso sí, reconoció que aún falta implicación y un mayor nivel de confianza mutua entre agentes económicos e institucionales.La colaboración, dijo, debe dejar de ser una palabra bonita y convertirse en práctica habitual, con proyectos compartidos, inversión conjunta y redes estables de apoyo.
Tecnología con sentido: formación y estrategia primero
Varias ponentes insistieron en que el problema no está en la falta de herramientas, sino en la ausencia de estrategia interna en muchas organizaciones. Según explicaron, antes de adoptar soluciones tecnológicas, es necesario hacer un buen diagnóstico: ¿qué necesita la empresa? ¿qué problemas se quieren resolver? ¿está el equipo preparado?
Susana Lago, de la empresa Okticket, y Jimena Pascual, del centro tecnológico CTIC, pusieron el foco en la formación de las plantillas, la importancia de adaptar procesos y la necesidad de medir resultados una vez que se implementa la tecnología.
Ambas coincidieron en que la digitalización no puede ser solo cosa de los departamentos técnicos. Debe implicar a toda la organización, desde la dirección hasta el personal operativo, y tener objetivos claros. Solo así se logrará que el cambio sea real y duradero.
Asturias tiene todas las herramientas
Asturias tiene el talento, los recursos y la voluntad política para avanzar en su transformación digital. Sin embargo, el éxito dependerá de cómo se conectan las piezas del ecosistema: empresas, administración, centros de conocimiento y ciudadanía. La tecnología es una gran aliada, pero no sustituye al trabajo conjunto, a la planificación o al compromiso. Si la región logra consolidar un modelo de colaboración efectivo, podrá situarse como un referente en digitalización sostenible y con impacto real.