Asturias ha experimentado un notable crecimiento en el número de centros de Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), pasando de contar con solo dos en 2017 a 16 en 2023. Este incremento no solo refleja una transformación en la estrategia económica regional, sino que posiciona a la comunidad autónoma como un referente en innovación tecnológica. La región, tradicionalmente vinculada a la minería y la industria pesada, ha apostado decididamente por sectores emergentes como la biotecnología, la inteligencia artificial y las energías renovables, consolidándose como un imán para empresas tecnológicas. Este proceso de transformación tecnológica asturiana está cambiando su futuro
Un cambio de paradigma hacia la transformación tecnológica asturiana
La evolución de Asturias hacia un modelo económico centrado en la tecnología ha sido fruto de una estrategia bien definida que comenzó hace más de seis años. La creación de la Consejería de Ciencia en la anterior legislatura marcó un punto de inflexión, con el objetivo de transformar el modelo productivo de la región. Este esfuerzo institucional ha permitido diversificar la economía y adaptarse a las exigencias del siglo XXI, impulsadas por la urgencia de la transición ecológica y las políticas europeas.
El impulso de sectores tecnológicos de futuro como la biotecnología, la nanotecnología y la robótica ha sido clave para reorientar el desarrollo económico de Asturias. Lejos de depender exclusivamente de la industria pesada heredada del pasado, la región ha encontrado nuevas oportunidades en campos que no solo generan riqueza, sino que contribuyen también a la sostenibilidad global. La transformación tecnológica asturiana refleja el giro hacia sectores con alto potencial innovador.
El papel de los parques tecnológicos en la transformación regional
Uno de los motores clave de esta transformación ha sido la creación y el fortalecimiento de los parques tecnológicos de Gijón y Llanera. Estos polos de innovación se han consolidado como centros neurálgicos donde la colaboración entre empresas emergentes (startups), universidades y centros de investigación es constante. En estos espacios, la sinergia entre los distintos actores fomenta la creación de nuevos productos y servicios basados en la investigación y el desarrollo.
Además, el entorno institucional favorable, que incluye incentivos fiscales y ayudas a la investigación, ha propiciado la llegada de numerosas empresas tecnológicas. La región ha dejado de ser solo un lugar de acogida para empresas externas y se ha transformado en un ecosistema en el que la innovación local también juega un papel fundamental. Así, la transformación tecnológica asturiana ha creado un ambiente ideal para el crecimiento de las empresas.

Apostando por una cultura de la innovación y el talento en la transformación tecnológica asturiana
El Gobierno del Principado ha entendido que la clave de este proceso no solo es atraer empresas innovadoras, sino también generar una cultura de innovación que impregne toda la sociedad asturiana. Esta cultura se ve reflejada en las políticas públicas que fomentan la investigación, el emprendimiento y la creación de empresas sostenibles.
Gracias a estas medidas, Asturias no solo está atrayendo a empresas tecnológicas, sino que también está generando empleo cualificado, impulsando la retención de talento joven y ofreciendo oportunidades de crecimiento profesional sin necesidad de abandonar la región. Los sectores innovadores han creado un ciclo económico positivo, donde las ideas se transforman en proyectos, y los proyectos en empresas con impacto real en la economía local. La transformación tecnológica asturiana está, por tanto, ofreciendo una nueva oportunidad para las generaciones jóvenes.
El futuro de Asturias: hacia una economía más sostenible y competitiva
La transformación de Asturias no es solo una respuesta a la crisis de los sectores tradicionales, sino una apuesta por el futuro. La región está comprometida con los objetivos de la Agenda 2030 y se orienta hacia una economía más sostenible, inteligente y conectada con los grandes desafíos globales. En este camino, los sectores emergentes como la inteligencia artificial, las energías renovables y la robótica están jugando un papel crucial.
Aunque el proceso de transición no ha estado exento de desafíos, los resultados son cada vez más visibles. Asturias está demostrando que la innovación y la sostenibilidad pueden ser motores de desarrollo económico, y que regiones con un pasado industrial pueden reinventarse y liderar el futuro. Con este enfoque, Asturias no solo está consolidándose como un referente dentro de España, sino que también podría servir de ejemplo para otras regiones industriales en Europa y el mundo. Esta es, sin duda, la esencia de la transformación tecnológica asturiana.